Pausa
Un versículo famoso en el libro del Salmo es una cita directa de Dios:
“Estad quietos y sabed que Yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones, seré exaltado en la tierra”.
– Salmo 46:10 NVI
Hagámoslo hoy. Pase de 5 a 10 minutos en reflexión tranquila. A medida que los pensamientos o preocupaciones vengan a la mente, expóngalos ante Dios. Resista hablar, orar o preocuparse. Él es Dios. Él te ve, te ama y se preocupa por tu situación. Estad quietos y sabed que Él es Dios.
Restablece
Mateo 7:15-20
Cuídense de los falsos profetas. Vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos feroces. Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los cardos? Del mismo modo, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo. Un árbol bueno no puede dar fruto malo, y un árbol malo no puede dar fruto bueno. Todo árbol que no da buen fruto se corta y se arroja al fuego. Así que por sus frutos los conocerán.
CAMINA CON DIOS
¿Qué te llamó la atención al leer las palabras de Jesús hoy?
Al pensar en la fruta buena y la fruta mala, consideremos este pasaje:
“Los actos de la carne son obvios: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; idolatría y brujería; odio, discordia, celos, ataques de ira, ambición egoísta, disensiones, facciones y envidia; embriaguez, orgías y cosas por el estilo… Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, bondad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio propio.” – Gálatas 5:19-23 NVI.
¿Qué te llama la atención de estas listas? ¿Ves algo de este fruto en tu propia vida?
Pasa tiempo con Dios hoy, pidiéndole que te cultive para que el buen fruto del Espíritu crezca en ti.