Pausa
Antes de leer las palabras de Jesús a continuación, haga una pausa. Invita a Dios a este momento. Exprese su gratitud, agradeciéndole por las cosas buenas que ha hecho en su vida. Invítelo a hablarle mientras lee y reflexiona sobre la siguiente porción del Sermón del Monte.
Restablece
Mateo 5:13-16 (RV2015)
“Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué será salada? No vale más para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.
“Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no puede ser escondida. Tampoco se enciende una lámpara para ponerla debajo de un cajón, sino sobre el candelero; y así alumbra a todos los que están en la casa. Así alumbre la luz de ustedes delante de los hombres, de modo que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos.
CAMINA CON DIOS
¿Qué está resaltando Dios para ti en este pasaje de las Escrituras?
Nuestras obras no nos ganan ni pueden ganarnos una relación con Dios, pero a partir de una relación con Él, ¡las “buenas obras” que Él nos impulsa a hacer, le traen gloria a Su nombre! Mantén los ojos y el corazón abiertos durante todo el día y prepárate para actuar cuando surja la oportunidad.
Ore por valor para hacer lo que honra a Dios, especialmente cuando sería más fácil hacer otra cosa, y luego confíe en Él a medida que se presenten oportunidades. Deja que la Escritura de hoy te animen: “… que tu luz brille delante de los demás, para que vean tus buenas obras y glorifiquen a tu Padre que está en los cielos”.